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La Tomatina es una fiesta que se celebra en el municipio valenciano de Buñol en la que los participantes se lanzan tomates los unos a los otros. Se celebra cada año el último miércoles de agosto, en el marco de la semana de fiestas patronales de Buñol.
Todo comenzó el último miércoles de agosto del año 1945, cuando unos jóvenes tomaban el fresco en la plaza del pueblo. Al mismo tiempo, un desfile de músicos, gigantes y cabezudos pasaba por la misma plaza. Los aburridos jóvenes decidieron unirse a la comitiva, lo que provocó que un participante del desfile cayese al suelo. Enfadado, empezó a golpear todo lo que encontraba a su paso. Por caprichos del destino, había un puesto de verduras allí, donde se encontraba el protagonista de nuestra fiesta; el Tomate. La multitud enfurecida comenzó a lanzarse tomates los unos a los otros hasta que las fuerzas del orden público pusieron final a aquella batalla de tomates.
Los participantes de aquel miércoles del 1945 sin saberlo habían hecho historia. Al año siguiente se repitió el mismo esquema trayéndose los tomates de su propia casa, y con la consiguiente supresión por parte de la policía. Aunque la fiesta fue prohibida, los participantes la siguieron repitiendo en los años sucesivos (siendo algunos ocasionalmente detenidos). Finalmente, en 1957 se instauró la Tomatina como fiesta oficial. Desde entonces es organizada y patrocinada por el ayuntamiento de Buñol y es uno de los mayores reclamos turísticos.
La fiesta comienza sobre las 10 de la mañana, aunque la mayoría de participantes ya llegan la noche anterior para disfrutar de las fiestas del pueblo. La fiesta comienza con el palo jabón, costumbre que consiste en subir a un palo enjabonado en el que arriba hay un jamón. Cuando por fin el jamón es descolgado comienza la batalla. Previamente toda la gente es rociada con mangueras. Los participantes tienen la costumbre de romper sus propias camisetas y las de la gente y de rociar con cubos de agua a las personas que pasan por la plaza vestidas de forma normal.
Los camiones cargados de tomates empiezan su recorrido hacia las 11 desde el parque conocido como San Luís acabando sobrepasada la plaza del pueblo donde se concentra la inmensa mayoría de gente. Durante una hora entera la fiesta consiste en lanzarse tomates. Desde los que están en los camiones que los lanzan a los asistentes y entre ellos mismos. Todo el mundo allí presente se tira tomates. Estos se deben aplastar antes de ser tirados para evitar dañar a los demás. Tras una hora de combate, las calles se convierten en ríos de tomate y la marea roja se extiende.
Después de la Fiesta todo el pueblo colabora en la limpieza de las calles y a continuación tiene lugar la conocida como Siesta Popular. El ayuntamiento habilita duchas para los asistentes, y la gente acude también al río a quitarse los restos de tomate.
Hay otros pueblos en el mundo que celebran fiestas similares como localidades en Colombia, Costa Rica, China, Chile y Estados Unidos.
Algunos consejos previos a la fiesta son ir con ropa cómoda y que no te importe que se pueda romper, pues como ya hemos mencionado es típico que los asistentes se rompan las camisetas entre ellos. Para evitar problemas con los ojos, las gafas de bucear son muy recomendables. También añadir que las piscinas de las casas no son el lugar donde ir a retirarse los restos de tomate, mejor pide que te rocíen con manguera.
Ara
Si estás en apartamentos en Valencia para el 31 de agosto de este año, acércate a Buñol, puedes ir en coche o coger un tren, pero tienes que estar a las 10 puntual si quieres ver este increíble y divertido evento. Y acuérdate de los consejos, y a tirarse tomates!!
