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Moderna y tradicional, mediterránea y europea. Creativa, rebelde, trabajadora. Barcelona es una ciudad universal con una personalidad única que cada año atrae a más viajeros. La capital catalana, está repleta de sorprendentes propuestas para todos los gustos y edades. Para viajar con niños encontraréis un amplio abanico de planes posibles que figuran en muchas guías. Sin embargo en esta entrada os vamos a dar descubrir seis espacios entrañables y casi secretos que solo disfrutan aquellos que los conocen y que son perfectos para disfrutar con tus hijos. Como siempre que hablamos de azúcar, se recomienda moderación y no perder de vista los buenos hábitos alimentarios en familia tampoco en los viajes.
1. Papa Bubble
En la Calle Ferràn se encuentra la primera de las tentaciones. Un local donde la forma, el color y los sabores de los caramelos no tienen más límite que tu imaginación. Papa Bubble es un espacio único en la ciudad donde podremos deleitarnos viendo como se elaboran de forma artesanal y como huelen!, uno caramelos dignos de los cuentos clásicos aderezados con un sabroso toque moderno.
2. Xocoa
Chocolaterías a gog-gó en la Calle Pedritxol, junto a la muy comercial Calle Portaferrisa. Una de las tradiciones de Barcelona especialmente indicada para los días más fríos son las llamadas granjas. Espacios donde además de los cafés el chocolate a la taza (xocolata desfeta) acompañado por unos melindros o por unos churros han llegado a salvar muchas tardes y posiblemente hasta alguna vida. Si tus hijos ya tienen una cierta edad (ya que estos espacios no suelen contar con cambiadores, espacios de juego y apenas de espacio para acomodar el carrito) no te puedes ir de Barcelona sin tomarte un chocolate servido por un camarero con pajarita en la Calle Pedritxol junto a las Ramblas muy cerca de la Plaza del Pí. En esta misma calle se encuentra la sorprendente la tienda barcelonesa de chocolates Xocoa.
3. Convent de Sant Agustí
El bar el Convent situado en el Centre Cívic del Convent de Sant Agustí es uno de los bares más child friendly de toda la ciudad. Ofrece brunchs, menús de comida metiterránea con opciones vegetarianas, auténticas empanadas argentinas y unos pasteles caseros que no se olvidan fácilmente. Fines de semana música en directo por las tardes. El lugar cuenta con cambiadores, espacio para guardar cochecitos y tiene salida a zonas peatonales donde nuestros duendecillos pueden corretear sin peligro..
4. Pastisseria Escribà
Pastisseria Escribà, Imposible no hacer mención a la increíble tradición pastelera catalana. La pastelería Escribà está en Les Rambles 83 donde ocupa una joya de edificio modernista – tiene dos ubicaciones más en la ciudad- es una enseña pastelera imprescindible. Con auténtica veneración por el chocolate en todas sus formas y unos precios, eso sí de capricho dada la notoriedad que tiene, esta pastelería sibarita no defraudará a los paladares más exigentes, o sea, lo pequeños paladares, en su oferta de bollería, canapés, salados, bombones y los pasteles más refinados. Un lugar perfecto para celebrar las diferentes momentos del año como marca la tradición o simplemente que no es poco, compartir el dulce momento de estar disfrutando de Barcelona en familia.
5. Churreria Layetana
Todavía por el centro de Barcelona. Nos situamos en la Via Layetana 46, frente a la comisaría de policía. Con la apariencia de una modesta churrería en este establecimiento se encuentran probablemente los mejores churros y porras y además con el mejor precio de toda la ciudad. Regentada por una familia en la pequeña y coqueta Churreria Layetana se ofrece también unos deliciosos bocadillos con los que no pocos barceloneses empiezan el día. Dadas las reducidas dimensiones del local para ir con niños, una posibilidad para la que están preparados es ir a recoger los churros en ventanilla para disfrutarlos cómodamente en nuestro apartamento alquilado.
6. Horchateria del Tio Che
Si hay una playa familiar es la del Poble Nou. Después de todo un dia de sol y dada su cercanía casi es un pecado no acercarse a descubrir la Horchateria del Tio Che, en plena Rambla del Poble Nou 44, que acaba de cumplir 100 años y es una de las más conocidas y de auténtica tradición artesanal valenciana de Barcelona. Aquí podréis podréis saborear a precios populares la mejor horchata a vuestro gusto de azúcar además de sus granizados y helados destacando, como no, el de sabor a turrón.
