Artistas, aventureros, científicos, pobres y ricos, todos forman parte de la historia de Barcelona y tienen su sitio especial en dos de las necropolis más importantes de la ciudad, los cementerios de Montjuic y Poble Nou. El primero en ser construido fue el cementerio de Poble Nou y tiene una historia que refleja los cambios vividos a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX.
El cementerio de Poble nou tiene dos etapas, la primera de ellas comienza en el año 1775, cuando el obispo de la ciudad, observando los rápidos cambios de la sociedad y la necesidad de crear una necropolis por los problemas que generaba para la salud pública la costumbre de enterrar a los difuntos en las iglesias de sus barrios respectivos, inicia el proyecto de construcción del cementerio de Poble Nou, que por ese entonces era un sector agrícola alejado del núcleo urbano. A pesar de que la nueva legislación española establecía la construcción de cementerios alejados de las ciudades, la población burguesa de Barcelona consideraba deshonroso ser enterrado lejos de sus respectivas iglesias, y por esta razón, el primer cementerio se transformo en el lugar de descanso de los más pobres y los enfermos que morían en los hospitales. La segunda etapa del camposanto comienza luego de la destrucción de este primer cementerio, en el año 1819, proyecto que realizó el arquitecto italiano Antonio Ginesi y que se conserva hasta nuestros días.
El cementerio de Poble Nou está dividido en 4 zonas que reflejan la diversidad y la historia de la ciudad. Entre estas destacan por su riqueza artística el “recinto de los panteones”, la capilla, la parroquia de santa María del mar, el sepulcro de “El santet” y por supuesto, la más famosa de las esculturas del cementerio, “El beso de la muerte”.
La necropolis más importante de la ciudad de Barcelona se inauguró en el año 1883 y su creación responde a dos razones importantes de la época, la construcción de una gran necropolis donde se mostrara la riqueza histórica y cultural de Barcelona y el rápido crecimiento de la población. El arquitecto encargado del diseño y la distribución del cementerio en las 56 hectáreas destinadas por el alcalde Rius i Taulet, fue Leandro Albareda, quién consiguió transformar un terreno montañoso lleno de desniveles en un lugar armonioso. La necropolis más que ser un simple cementerio, es el reflejo de la historia de Barcelona y de Catalunya desde principios de siglo hasta nuestros días, pues su construcción no ha parado, ampliándose y renovándose de acuerdo a las épocas.
Si deseas visitar el cementerio de Montjuic por tu cuenta, no puedes dejar de ver los panteones de las familias más importantes de la sociedad de comienzos de siglo XIX, donde se intenta proyectar el prestigio social de los difuntos hasta después de la muerte, obras de gran riqueza artística y de gran lujo, en las que participaron los artistas más destacados del periodo, entre ellos: Josep Puig i Cadalch, Lluis Domènech i Muntaner, Josep Llimona, etc. Pero si lo que deseas es conocer más en profundidad ambos cementerios, debes realizar las visitas guiadas, existen varias de acuerdo a tus intereses y tu idioma. Aquí les adjunto un link donde encontrarán toda la información.
Para más información visita: http://www.cbsa.es/
Luz Obscura
Dos espacios llenos de arte e historia, una forma diferente de conocer una sociedad. Si planeas viajar a Barcelona y empatarte de su historia, incluye en tu itinerario de viaje una visita a los cementerios de Montjuic y Poble Nou. Consigue tu alojamiento en Barcelona y comienza un recorrido cultural que te sorprenderá.