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A contra del 14 de mayo El MACBA presenta la exposición Museo de las Narrativas Paralelas, comisariada por Zdenka Badovinac y Bartomeu Marí. Esta exposición es la primera organizada por La Internacional, una iniciativa de cinco museos de Europa cuyo fondo patrimonial suman más de 40 mil obras y que fue constituida en el 2009.
La muestra reúne un centenar de obras de la colección del Museo de Arte Contemporáneo Moderna Galerija, de Eslovenia y participan en la organización el Museo Julius Koller Society, de Bratislava; Van Abbemuseum, de Eindhoven; Museum van Edendaagsen Kunst, de Amberes; Museo d’Art Contemporani, de Barcelona.
Esta interesante exposición pretende cuestionar las narrativas existentes en el arte, donde la parte occidental de Europa ha impuesto las reglas de lo estéticamente aceptable sin considerar los interesantes procesos creativos que se han registrado en los países de la ex Unión Soviética, cuyos procesos caminaron en paralelo y con pocas vías de encuentro. A pesar de la riqueza creativa que se dio en medio de situaciones políticas complejas y que hoy se vive con la misma complejidad, los artistas de Europa del Este son casi desconocidos, así como sus propuestas estéticas.
Durante los 70 y 80 hubo interesantes trabajos de experimentación de forma violenta con los cuerpos entre los artistas del Este, para desafiar y cuestionar aspectos sociales, políticos y filosóficos, sí como otros aspectos más iconoclastas que denuncian la banalidad del poder y la irracionalidad que llevó al fracaso al comunismo soviético. Esta propuesta estética que confronta al poder a través del uso del cuerpo como elemento liberador y catártico adquirió una riqueza extraordinaria en los planteamientos creativos.
Entre estos artístas están los checoslovacos Pert Stembera y Jan Mlcoch, quienes proyectaron en instalaciones hechas con sus cuerpos la realidad sociopolítica, sometiéndose voluntariamente a situaciones de violencia física. Stembera se inició como pintor en 1966, sin embargo la situación ocurrida en la primavera de 1968 en su país, cuando se encontraba en Paris, lo llevó a someterse a situaciones límites como estar sin comer durante tiempos prolongados.
En junio de 1971, Stembera realiza su primera instalación que llamó Transmisión de piedras. En las fotografías se puede apreciar a Stembera caminando por el campo y trasladando dos enormes piedra sobre su espalda amarrada con cuerdas, así convierte la idea del ascetismo en una propuesta artística. En su búsqueda de narrar su desesperación por un mundo que lo complica, va a usar todo tipo de exposiciones riesgosas, incluso a las llamas, al ácido y a los productos químicos que se usan en la agricultura.
Este arte que también se dio en diferentes corrientes en los Estados Unidos y Europa, donde los artistas usaron como soporte su propia fragilidad y el cuerpo, en un angustioso grito de reclamo contra todo lo que daña a la humanidad, y que fue conocido como arte sociológico, cuyo manifiesto fue escrito en Paris por Francois Pluchart en 1974 y se llamó Manifiesto de Arte Corporal.
Para más información
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Nancy Guzman
Si quiere conocer más sobre el arte de Europa del Este del siglo pasado, incluyendo este arte extremo, sólo tiene que visitar el MACBA si se encuentra descansando en apartamentos en Barcelona
