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La CaixaForum de Barcelona exhibe Teotihuacan la Ciudad de los Dioses compuesta por 400 piezas del arte mexicano prehispánico que han sido seleccionadas de los museos mexicanos más importantes. La muestra que está abierta hasta el 19 de junio, espera mostrar la riqueza de esta cultura que ha suscitado tantas leyendas con su aún inexplicable extinción y mostrar como fue su increíble organización política, su arquitectura, el poder y el arte.
La ciudad de Teotihuacan se encuentra a sólo cuarenta y cinco kilómetros de Ciudad de México y en 1987 fue considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su nombre proviene de la lengua náhuatl y significa el lugar donde nacen los dioses. La Ciudad de los Dioses tenía en su época de máximo florecimiento una extensión de 20 kilómetros cuadrados y una población cercana a los 100 mil habitantes. Su cultura abarcó casi ocho siglos, iniciándose cerca del año 200 antes de Cristo hasta pasado el 700 A.C., cuando comenzó su decadencia.
La ciudad estaba organizada en torno a sus grandes monumentos, las pirámides del Sol y de la Luna y el fastuoso Templo de Quetzalcóatl, que en sus cuatro fachadas tenía más de 366 cabezas de serpiente de la diosa del agua. Como toda ciudad, la cultura Teotihuacan construyó la su hábitat con normas de urbanización, por ejemplo, la Calle de los Muertos, fue trazada desde sus orígenes y tenía el sentido de unir los dos ejes más importantes para su cultura: las pirámides.
Teotihuacan fue una portentosa urbe, la mayor construida en el continente mesoamericano, donde han quedado restos de una cultura con enorme capacidad política para crear cohesión social, sobre la base del control y el temor. Su grandiosidad en medio del amplio valle inspira admiración y temor, quizás fue hecho a propósito con el fin de sostener el control social de sus habitantes. A pesar de ello, es admirable la creación de sofisticados objetos en diversos materiales. Las máscaras trabajadas en basalto negro o jade con incrustaciones de nácar u obsidiana, son unas verdaderas obras de arte, así como los jarrones con pies y motivos de decoración que asemejan a la codiciada cerámica china, que denotan una altísima sensibilidad estética.
También es interesante conocer el proceso económico y de dominación que extendieron por un enorme territorio, lo que demuestra la potencia de su cultura. Se dice que comerciaban con gran parte de América Central, estableciendo un dominio cultural y económico con esas culturas.
A pesar de este enorme desarrollo, aún no hay explicación sobre la extinción de su civilización. Hay teorías que se refieren al sobrepoblamiento y la superexplotación de tierras cultivables que habría ocasionado hambruna y desatado una crisis que terminó con el dominio de una casta, sin embargo el fin lo habría puesto una invasión de una cultura venida del norte que quemó la ciudad y se quedó a administrar la decadencia por 200 años más.
Las razones que hayan terminado con esta maravillosa cultura seguirán siendo un misterio, pero muchos aspectos de su historia pueden ser estudiados a través de estos maravillosos objetos y la ciudad dedicada a los dioses.
Para más información http://obrasocial.lacaixa.es/nuestroscentros/caixaforumbarcelona/teotihuacan_es.html
Nancy Guzman
Si quiere conocer un poco más de la civilización que existía en América cuando Europa aún estaba hecha polvo, sólo tiene que pasar por la CaixaForum si se encuentra en alojamiento en Barcelona viviendo una primavera soñada.
