Chris Cunningham es hoy uno de los jóvenes artistas visuales más aclamados en el mundo por su estética terrorífica y sus videos, como “All is full of love” de la islandesa Bjork, en el que una pareja de chicas-robots se enamoran e intentan tener sexo, o “Frozen”, donde convierte a Madonna en una banda de cuervos y sombras.
Nacido en el 1970 en Reading, Inglaterra, desde muy niño se aficionó al arte, primero al dibujo y a la escultura, y sucesivamente a la fotografía. Empezó su carrera artística en la revista de cómics “2000AD” publicando bajo el pseudónimo de Chris Halls y luego participando en la creación de los efectos especiales de “Alien 3”, “Alien: Resurrección” y “Juez Dredd”.
Pero el proyecto que lo consagró a la fama mundial fue el videoclip “Come to Daddy”, de la homónima canción de Aphex Twin, aclamado compositor de música electrónica. En este video, muy exigente con el espectador, Cunningham establece una vez por todas su estética en la creación de videos con una serie interminable de figuras monstruosas y deformes, donde el horror y el espanto están muy cerca de nosotros, totalmente insertados en una realidad que conocemos. Como es fácil suponer, al principio provocó un escándalo en el mundo de los videos comerciales, y sobre todo en MTV, donde reinaba una uniformidad estética que, muy hábilmente, Cunningham supo ignorar, imponiendo niños de seis años con facciones de adulto que corren por una ciudad psicodélica golpeando barras de metal contra las rejas y sincronizando sus golpes con la música. En sus videos se encuentran imágenes y efectos recurrentes, como la extrema sincronía entre sonido e imágenes, y la deformidad del cuerpo, el horror que está allí presente y que no vemos.
«Mucha gente piensa que mis trabajos son terroríficos. Personalmente, yo los encuentro hilarantes. Terroríficos para mí son, por ejemplo, los vídeos de las Spice Girls», así Cunningham defendió su visión, y en sus videos es frecuente encontrar una especie de parodia monstruosa de los videos pop y sus códigos, como por ejemplo en “Windowlicker”, donde un grupo de chicas ultrasexy tienen la cara inquietante de Aphex Twin, el autor del tema. Cunningham es conocido por su hipocondría, que en parte explica su interés por la debilidad del cuerpo humano y su monstruosidad, pero por otro lado no puede ver una aguja ni una gota de sangre.
Desde el comienzo, su producción artística fue muy vinculada con las drogas. Principalmente entre los años 1993-94, Cunningham empezó a tomar ácido, y sucesivamente afirmó que “las drogas hacen volar tu imaginación, pero también pueden volverte muy paranoico”. Un perfecto ejemplo de este efecto colateral es el video “Rubber Johnny”, siempre de Aphex Twin, y que es la historia de un chico con hidrocefalia cuyo dolor se ve apaciguado solamente con el uso de drogas.
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El 18 de Junio, Chris Cunningham se exhibirá en el ámbito del festival de música electrónica Sonar 2011, y os recomendamos que alquiléis alojamiento en Barcelona y asistáis a este evento inolvidable.