A solo horas de la confirmación de la muerte de Whitney Houston por los medios de prensa y las redes sociales, la disquera Sony, que alberga su música y estaba en preparativos de nuevos lanzamientos de la cantante, subió considerablemente el precio de los mp3’de la artista. Así, Sony sin advertirlo nos mostró una vez más la máscara que usa la industria musical norteamericana para seguir lucrando de sus artistas sin el menor reparo. Nada más alarmante. Inmediatamente, las voces de muchos se hicieron sentir por Facebook y Twitter. Es así, que la industria musical revela sus finales intenciones sobre cualquier artista: agotarlo y consumirlo, inclusive con su propia muerte. El fenómeno tampoco es novedoso. Habría que pensar en el mismo efecto tras la muerte de Amy Winehouse o Michael Jackson. La estrella atrapada en las redes del pop se agota hasta dejar de brillar.
La muerte de Whitney Houston llega en un momento sumamente conflictivo tanto para las redes sociales como para los artistas que de estas participan. Leyes como SOPA y ACTA, no buscan más que controlar el flujo de información en la red, bajo el pretexto de la protección de los derechos de autor tanto en los Estados Unidos como en Europa. Estas leyes no son más que el esfuerzo de gobiernos represivos por mantener bajo control a los cibernautas tras reconocer que, las redes sociales efectivamente, son peligrosas para el sistema. En la actualidad, si eres un usuario de Twitter o de Facebook, tienes la posibilidad de enviar, re-enviar y notificar información en tiempo real a todas partes del mundo, y con estos textos, imágenes, cuestionar, criticar, alzar la voz, unirte a múltiples causas.
El movimiento Occupy Wall Street, de esta manera, ha logrado convocar a miles de personas y lo sigue haciendo desde sus cuentas tanto en Facebook como Twitter. Muchos movimientos políticos además en Europa, utilizan estos medios para informarse y seguir al tanto del acontecer internacional y sobre todo, de mayor importancia, a nivel local. Cabe recordar que el manejo de las redes sociales estalló en medio oriente con las primeras convocatorias de la Revolución Egipcia, y el síntoma se fue esparciendo y el activismo político online se lo debe mucho. Es importante considera también que prohibir la posibilidad de compartir archivos vía Megaupload, Rapidshare, Mediafire o cualquier otro servidor, busca bloquear el paso de información que va más allá de la música, y que contribuye a la activación política de sujetos en todo el mundo. A pesar de esto, y con todos los esfuerzos que las grandes empresas que dirigen los gobiernos quieren detener el flujo de información, esto formación de nuevas maneras de hacer política ya es imparable. Cualquier nueva restricción generará nuevas tecnologías y nuevos esfuerzos para que la ola del cambio y toma de consciencia general siga avanzando. Sigue a Occupy Wall Street aquí: http://occupywallst.org/
Consigue apartamentos en Nueva york y participa del movimiento Occupy Wall Street. Nueva York es una ciudad de constantes cambios. Sé parte de estos cambios desde tu ordenador y en todas las calles del mundo.