Ser Latino, Latinoamericano, Sudamericano, llámalo como quieras en Europa. España mantuvo colonias en América por cientos de años, imponiendo con la Biblia al frente, su cultura, tradiciones y el idioma castellano, que se esparció por toda América y ahora se usa por millones. Por supuesto, el castellano en Latinoamérica no se llama castellano sino que se llama español. Y el español, en Latinoamérica, tiene tantos contrastes, acentos, expresiones, slangs, que han hecho de la lengua un mar de sonidos, identidad y belleza indescriptible. Así, una lengua que fue impuesta y era sinónimo de control es asimilada y devuelta con un nuevo rostro, nuevos significados, nuevas expresiones y sentidos; nueva poesía, nueva música.
Digamos entonces que con tal impacto en América Latina, habría que ser bastante tonto para no considerar una relevante inmigración a España de estos países, y por tanto presencia cultural, continuación del intercambio. Desafortunadamente, el fascismo ligero o no tan ligero que se esparce entre españoles, por momentos, parece que no les permite ver que el intercambio con América, así como otras culturas, ha existido en España por siglos inmensos y no se borrará. Recordemos además la ancestral presencia árabe en España.
Se ha satanizado tanto a los Latin Kings, el desastre de su “mala influencia” en la cultura y los jóvenes de España que bordea lo irrisorio. Es cierto, han habido hechos de violencia, pero no menos que la violencia que existe entre los españoles mismos por el regionalismo y racismo que convive entre ellos, o la violencia y separación que genera el gran negocio del futbol. Con la crisis, resulta sencillo culpar al inmigrante, al sujeto de otro color, crear leyes represoras y considerar que eso resolverá el problema de un mal manejo económico y político. La intolerancia y la xenofobia, señores, no llevó nunca a ninguna parte.
En Barcelona, la cultura latina tiene una gran relevancia e influencia en diversas maneras enriquecedoras, como la música que aporta a la vida cultural de esta ciudad, que va desde la salsa, el merengue, la trova, el rock, el reggueaton, el latin jazz, la fusión, el rap, la bossanova, entre tantos otros estilos. De igual manera, la diversidad de comidas y platos típicos latinoamericanos que se pueden probar es abundante. Basta recorrer el centro de Barcelona para encontrar comida brasilera, peruana, mexicana y más: la cultura entra por el paladar y enamora. La comunidad latina en España es de las que con mayor esfuerzo se dedica al progreso, al trabajo y al desarrollo de sus comunidades. El deseo de los Latin Kings y su interés por afianzarse como asociación cultural así lo demostraron hace unos años. Las cosas no son como las venden los medios; basta con abrir un poco los ojos y reconocer que el intercambio de culturas es el ahora y que los nacionalismos son cosa solo del pasado.
Consigue apartamentos en Barcelona y disfruta de su diversidad cultural. Barcelona es una de las ciudades más ricas culturalmente de España, no dejes de conocerla y descubrir a su gente que ha venido, y viene, de todas partes del mundo.