Hay rincones en el planeta que esconden animales realmente llamativos. ¿Os atreveríais a bucear con tiburones?, ¿habéis visto alguna vez cómo son los monos tarsier?, ¿sabes que los demonios de Tasmania están en peligro de extinción?, ¿cuánto viven las tortugas gigantes de las islas Galápagos?. En este post os recomendamos algunas “experiencias 10” con animales.
Buceo con animales insólitos: Hablamos de los tiburones-ballena de la isla filipina de Cebú (que son vegetarianos). No hace falta jugarse la vida y tampoco es necesario introducirse dentro de una jaula para bucear con tiburones, sólo tenéis que acudir al Parque Marino de Oslob y disfrutar de una experiencia única. Pueden llegar a medir hasta 18 metros y os aseguro que son muy juguetones. Por unos 10 euros por persona, un pescador os recogerá en la orilla y os acercará en una pequeña embarcación de madera. No hace falta bucear, los veréis con unas gafas y un tubo. Pero hay más, si lo que queréis es bucear con tiburones martillo y de aleta negra, es una pasada hacerlo en las islas Galápagos, en Ecuador. En la zona de Gordon Rocks (en la isla de Santa Cruz) les veréis pasar de un lado a otro, muy tranquilos. Tienen tanta variedad de alimento debajo del mar, que no hacen caso a los humanos. O al menos, en Galápagos de momento no han mordido a nadie. Al norte de la isla de Santa Cruz también es fácil ver leones marinos y tortugas, tanto en la superficie como en el fondo.
Las tortugas más grandes del mundo: No podría hablar de las islas Galápagos sin centrarme en sus tortugas gigantes. Como llegaron a estar en peligro de extinción, están muy protegidas. En la Estación Charles Darwin de la isla de Santa Cruz podréis ver cómo las crían hasta que las sueltan. Porque los galápagos son libres, son salvajes, conviven con los habitantes de la isla desde tiempos remotos. De hecho, su esperanza de vida suele superar los 100 años. Y si queréis dormir en un lugar mágico, os recomiendo ir a Semilla Verde, que es un pequeño hotel dentro de una enorme finca cafetera situada en el centro de Santa Cruz. Allí sentiréis la naturaleza en estado puro y es fácil ver de vez en cuando tortugas de paso en sus inmediaciones.
El diablo de Tasmania: No sólo existe en la ficción, el demonio de Tasmania vive en una pequeña isla al sur de Australia, al otro lado del mundo. Se parece a un perro pequeño, pero no lo es. El demonio se alimenta a base de carroña. Están en peligro de extinción porque muchos de ellos sufren un tipo de cáncer facial muy contagioso, y por eso viven en el interior del Parque Nacional Narawntapu. Los que viven allí están sanos y se reproducen con normalidad. La idea es aislarlos hasta que la enfermedad se erradique.
Mono tarsier en la isla de Bohol, Filipinas: Este tipo de mono es realmente curioso. Son diminutos, no miden más de 10 o 12 centímetros, y suelen pasar el día durmiendo encaramados a los árboles del Parque Nacional de Tangkoko. Son muy graciosos. Tienen los ojos saltones y cuando los abren te miran fijamente. Aviso: en el parque se exige silencio absoluto porque se pueden caer del árbol y matarse si escuchan ruidos. Están muy protegidos porque sólo existen allí. Así que si sois amantes de los animales peculiares, la visita a la isla de Bohol es obligada.
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