Con su slogan provocador que nos habla sobre su capacidad de hacernos soñar con sus pasteles, Escribá se ha convertido en una institución que nos recuerda nuestra eterna alma de niño a la hora de disfrutar un buen plato dulce. Todo comenzó en 1906, en el número 546 de La Gran Vía y hoy se ha vuelto una institución culinaria de Barcelona.
Esta pastelería creada por Antoní Escribá es un grito de libertad y rebeldía contra las dietas y las rigurosas medidas perfectas, al menos así lo dice su maestro de cocina que invita a liberar todos los deseos de engullir chocolates, bizcochos, caramelo y embadurnarse con toda clase de exquisitos dulces. Tal como él dice, en Escribá todo es posible, no existen límites solo los que tu imaginación antepone al deseo.
Con tres locales, uno en las ramblas, otro en La Gran Vía y el encantador local de Chiringuito de Bogatell, es ideal para ir en familia. En el Chiringuito no todo es dulce, también hay sabrosas paellas, tapas, aperitivos playeros y para coronar el menú los mejores postres y dulces de Barcelona.
Dicen que los dulces son una fuente de energía y de placer tan grande como el sexo, así que si vas a arrendar y pasar unos días de descanso en apartamentos en Barcelona aprovecha de vivir momentos de placer en Escribá, El Chiringuito de Bogatell.