End Google Tag Manager -->
GLOBAL SHORT RENTALS

Onfray versus Freud

Se puede argüir que Michel Onfray es uno de los filósofos más estimulantes y provocadores de nuestros días y loable resulta su intento de revitalizar los mejores impulsos de la izquierda nietzschiana creando una ética del placer que celebra solarmente la vida, a través de la propia fuerza del devenir.

onfray <b>versus</b> freud

Probablemente lo más valioso de la obra de Onfray resida en su intento enciclopédico por reescribir la historia del pensamiento occidental en su altamente recomendable Contrahistoria de la filosofía. Los diferentes volúmenes de esta importante obra acometen la tarea de recuperar a buena parte de aquellos autores que desde la Grecia antigua han caído en el olvido, víctimas de la imposición de una forma de pensamiento idealista de filiación platónica que asocia invariablemente el placer no con la virtud, tal como hacía una importante tradición en muchos casos falsamente tildada de presocrática (el atomista Demócrito sobrevivió a Sócrates entre 30 y 40 años) y peyorativamente (pese a la extraordinaria audacia y modernidad del pensamiento generado por los filósofos urbanos englobados dentro de esta corriente) de sofista, sino con el pecado, el vicio y la culpa.

Sin embargo, del mismo modo que para ser sacrílego es necesario seguir creyendo, en ocasiones se aprecia en Onfray una beligerancia tal vez desmedida en su expresión tanto contra la religión y la iglesia (que a veces da la sensación de confundir en exceso), producto según confesión propia de los abusos y vejaciones sufridos durante su niñez y adolescencia en un internado de curas, como contra algunos de los tótems indiscutibles de nuestra cultura. En esta línea recientemente le ha llegado el turno a Freud, con el que ajusta más de una cuenta en su último y despiadado libro de elocuente título Freud. El crepúsculo de un ídolo.

Paradójicamente, pese a acusar al gran pensador vienés, por otra parte no demasiado originalmente, de neurotizar a toda la humanidad para que su propia neurosis le parezca más tolerable transformando sus fantasías personales en verdades científicas universales, el lector atento de este no obstante interesante libro no puede dejar de percibir en su escritura un cierto intento freudiano de matar al padre así como una frecuente caída en interpretaciones tan enrevesadas de la personalidad de Freud, que es éste quien de alguna manera sale triunfante.

Lo cierto es que la figura del médico vienés, cuya casa-museo es una de las atracciones más populares de la capital austriaca http://www.freud-museum.at/cms/index.php/en_home.html sigue despertando todo tipo de pasiones, si bien uno sigue teniendo la impresión de que a menudo , tal y como tal vez hace el propio Onfray, continuamos  quedándonos en la anécdota al analizar su obra en lugar de valorar su admirable estilo y la verdadera revolución que supuso la formulación de sus sugerentes ideas.

Es decir, la total inversión del  modelo aristotélico que postula a los humanos como seres racionales (lo que supone otra importante contrahistoria de la filosofía en sí mismo ) y la sospecha legítima de que el mundo y nuestras acciones en él están regidos por las fuerzas fantasmas del inconsciente.

 

 

 

Paul Oilzum Only-apartments AuthorPaul Oilzum

Ese es, tal vez, el verdadero territorio Freud, territorio que, cuando se planta en él nuevas semillas sin dogmatismo, ha demostrado por otra parte ser asombrosamente creativo, abismal y fértil. Quizás no desdeñe reflexionar sobre ello visitando su casa cuando alquile apartamentos en Viena