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A bordo de un crucero fluvial

Los cruceros fluviales cada vez son más atractivos para los viajeros que buscan una experiencia diferente. A día de hoy, este tipo de embarcaciones ofrece prácticamente los mismos servicios que los cruceros marítimos con la ventaja de que los recorridos suelen ser más cortos y la navegación  no se hace tan pesada. Es una forma de turismo que cada vez se lleva más y si buscáis bien, encontraréis ofertas para mayores y pequeños. En este post os recomendamos algunos de los cruceros fluviales que surcan los ríos del planeta.

Amazon

Crucero por el Amazonas: Es un lujo poder surcar el río por excelencia de Sudamérica, aislado del mundo, auténtico como él solo y, lo mejor de todo, es poder hacerlo en pleno contacto con la Madre Naturaleza. Estaréis ante el río más caudaloso del mundo, que se adentra en lo más profundo de América del Sur y atraviesa varios países. El río Amazonas nace en los Andes peruanos, a más de 3.000 metros de altitud. La frondosa selva os acariciará mientras surcáis el río Amazonas. Os aconsejo subiros a un crucero fluvial que sale desde Manaos (Brasil) o desde Iquitos (Perú), éste último quizá es el menos concurrido y para mí el más atractivo. Los cruceros son muy cómodos, son pequeñas embarcaciones de madera de no más de 20 habitaciones. Desde luego es totalmente idílico el paseo por las llanuras de la selva amazónica, atravesando lagunas, cruzando jardines flotantes, dejando atrás árboles kilométricos y zigzagueando por sus innumerables meandros. Si buscáis bien con la mirada, es posible ver alguno de los pocos defines rosados que quedan. No es fácil porque están en peligro de extinción.

Adentrarse en la primera civilización a través del río Nilo: Desde Luxor hasta Asuán. Este crucero fluvial viaja en el tiempo a través de las antiguas civilizaciones. Surcaréis el Nilo entre faraones, tumbas, valles, presas y los misterios menos esperados. El río, que cruza Egipto de arriba abajo, es magia. Es fuente de vida de sus habitantes que se agolpan en sus orillas. Las embarcaciones son grandes y bastante cómodas y el servicio excepcional. Generalmente la última noche suelen celebrar una fiesta árabe de disfraces. No tiene desperdicio.

Recorrido por el Rhin: Este río del corazón de Europa nace en los Alpes suizos, rodea Liechtestein, Francia, Austria, Alemania y Países Bajos y termina en el Mar del Norte. Aunque no es navegable en su totalidad. Lo más divertido de este crucero, a mi juicio, es atravesar las magníficas Cataratas del Rhin (en Schaffhausen), la cascada más grande de Europa. Si tenéis suerte al pasar por ahí y ver el arco iris que recorre la catarata, será un lujo. Entre Francia y Alemania, a su paso por Estrasburgo, las vistas desde el crucero no tienen desperdicio. Es un recorrido ideal para los románticos.

danubio

De paseo por el Danubio Azul: Estamos ante el río más largo de Europa, que recorre una decena de países. A bordo podréis visitar Viena, Bratislava, Budapest, Belgrado, e incluso Praga y Berlín. Para ver la desembocadura debéis viajar hasta el delta del Mar Negro, en Rumanía. Y su nacimiento, en la Selva Negra alemana. Pero no todos son ciudades. Entre tanta urbe, también encontraréis paisajes como las impresionantes llanuras húngaras  o el famoso Valle de Wachau austriaco. Merece la pena porque es un río es muy largo y caudaloso. Aunque ya aviso que no es azul, como dice el famoso vals.