Al sur oeste de la ciudad de Barcelona se encuentra el Castillo de Montjuic, antigua fortaleza utilizada en los años 1640 como fuerte de batalla. Como toda gran fortificación se fue construyendo de a poco y por etapas. Al situarse sobre una montaña, el “Mont Judaicus” la fortificación se valía de su altura sobre el nivel del mar para divisar posibles enemigos.
Primero era un simple cuadrilátero de tierra forrado con piedra y barro, pero luego fue tomando forma de fortaleza primero y de castillo después. Diferentes ingenieros de guerra se hicieron cargo de la construcción y reconstrucción del mismo hasta dejarlo tal cual se aprecia el día de hoy con lugar para alojar a más de tres mil hombres, con sus respectivos armarios y con cocinas especiales, hornos y sistemas de almacenamiento de agua.
Se trata de un monumento que representa a la España antigua y que es visitado por miles de turistas todos los días del año por su excéntrica forma y modo de construcción. Además desde la colina se puede apreciar la ciudad de Barcelona lo que lo hace más atractivo todavía.
Desde 1960 pertenece al gobierno de España y así se mantiene abierto al público ofreciendo un circuito turístico más que interesante sobre los usos del castillo y la fortificación.