La Catedral de Valencia es una obra arquitectónica única de estilo gótico, aunque releva la sutileza de varios otros como el romántico, el renacentista, el barroco y también el neoclásico.
Es visitada por miles de turistas cada día que se acercan a ver con sus propios ojos la magnificencia de la iglesia.
La Catedral es sede de los arzobispos y fue fundada en el Siglo XIII por el primer obispo valenciano y desde ese entonces es “casa de dios” y representa a toda la diócesis cristiana.
Común e informalmente, los valencianos la llaman “Seu” y también la visitan de vez en cuando.
Algunas partes de la iglesia son relevantes y tienen una especial importancia en la arquitectura como por ejemplo la puerta de l’Almoina, Obra Nova, la puerta de los Apóstoles o el Micalet o Miguelete que es la torre donde se encuentran las campanas.
Pero lo más magnífico de toda la iglesia es que allí se encuentra el Santo Cáliz, del siglo primero, que se ubica en la capilla del mismo nombre cuya arquitectura es maravillosa con enormes cúpulas, vitrales y columnas.
Todos los turistas que visitan la iglesia se sacan una foto allí para dejar testimonio de que estuvieron en presencia de un cáliz casi tan antiguo como el mundo cristiano.
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