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La Catedral de Barcelona está ubicada justo en el corazón de la ciudad, en el barrio Gótico y es conocida popularmente como “La Seu”: abreviatura de la patrona de la ciudad Santa Eulalia. Y oficialmente la catedral lleva el mismo nombre. Incluso hasta el sarcófago de la Santa se encuentra en la gran iglesia.
Esta es una catedral antiquísima ya que su construcción comenzó en el siglo XIII, aunque recién fue terminada en el siglo XX, 700 años más tarde y tras haber pasado por muchas etapas y jefes de obra. La construcción se demoraba por las guerras y cada arquitecto nuevo que se encargaba de su finalización la remodelaba y la transformaba según sus corrientes artísticas o religiosas. Así, pasó por las manos de romanos, árabes y católicos. Pero los planos que finalmente se utilizaron para terminar la obra fueron los del arquitecto francés Charles Galters.
Lo novedoso de esta pieza de la cultura religiosa es que en su interior aloja a 28 capillas que rodean los laterales del edificio y que lo convierten en único por su grandeza y distribución. También encontramos en la Catedral excéntricas columnas y altares góticos-barrocos que representan una época clave en la historia de la arquitectura mundial.
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