En Pekín hay una amplia oferta de comida en las calles, de día y de noche, y es muy barato. Por menos de un euro comeréis en uno de los miles de puestos que os encontraréis en vuestro camino. Atención, tiene poco que ver con lo que comemos en España o en Europa en cualquier restaurante chino. Atrás queda el arroz tres delicias o el pollo agridulce. En Pekín les va la marcha.
El Mercado de Donghuamen
En el mercado nocturno de Donghuamen al menos los vendedores tienen licencia. Allí encontraréis todo tipo de mariscos y pescados, pero también todo tipo de bichos. Alacranes, arañas, saltamontes (que son los más baratos), carne de gato (que lo preparan como si fuera pollo), pata de camello, erizos, lagarto, tortugas y monísimos caballitos y estrellas de mar.
La Villa Olímpica de 2008
A este de Pekín a unos 20 kilómetros del centro, exactamente donde se situó la Villa Olímpica en 2008, hay numerosos restaurantes curiosos. Cocinas especializadas en las que se come carne de burro (se aprovecha todo: el rabo, las costillas…). La carne de burro tiene poca grasa y es muy demandada allí. También existen restaurantes especializados en lagarto seco o carne de mono. Hay locales especializados en la comida preferida de las antiguas dinastías chinas. Se accede a jardines privados a través de largos pasillos. Allí podréis probar la “Cena Imperial”. O establecimientos en los que los platos más demandados son la aleta de tiburón y el pepino de mar, una delicia china que se suele servir con setas.
El Mercado de Wangfujing
En el Mercado de Wangfujing es muy normal ver fruta glaseada, alacranes, arañas y estrellas de mar. Son la estrella del mercado. Los turistas suelen comprarlas, fotografiarse con ellas y después las tiran. Sólo los más atrevidos las prueban, y realmente suelen ser pocos.
Aun hay locales que sirven comida tradicional de Pekín, el típico restaurante lleno de decoración dorada y siempre dispuestos a servir comida para llevar. Tripas de cerdo, oreja de todo tipo de animales o tofu con tomate. Ya veis que en este caso no tiene nada que ver con la cocina china que, si no habéis viajado a Asia, hasta ahora conocéis.
El Restaurante Guolizhuang
Guolizhuang no es un restaurante normal, es el primer restaurante de penes del mundo. Se come en salas privadas. Los chinos creen que el miembro viril tiene muchas propiedades nutritivas, aseguran que es bueno para la piel y los riñones. Comen pene de ciervo, oveja, de buey, de serpiente o de oca. Hasta 30 modalidades diferentes de pene, que es el ingrediente principal y se cocina con cebolla, salsas, a la brasa o fritos. Y como en la vida, los hay más grandes o pequeños. Eso ya va en el gusto de cada uno. No es broma. Los camareros os explicarán las propiedades de cada plato y os darán algunos consejos. Por ejemplo, las mujeres no deben comer testículos debido a las hormonas (podría creceros el pelo), y los menores de 15 años tienen prohibido el acceso porque las hormonas podrían interferir en su crecimiento normal. O al menos eso es lo que cuentan los chinos. Y acabo con una pregunta: ¿Será un cuento chino?.
Un paseo por la comida más insólita del mundo. La puedes saborear o simplemente puedes curiosear. Es de lo más rarito que os encontraréis, seguro. Reserva apartamentos en Pekín centro