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Es sabido que Ámsterdam es una ciudad donde muchos músicos siempre han llegado a pasarlo bien. Así, en la historia del rock en Ámsterdam, siempre se recuerda el famoso concierto de The Doors en septiembre de 1968 en que estos se presentaron sin Jim Morrison. ¿La nueva falsa etapa de The Doors tras la muerte de Jim? Nada de eso. Jim murió allá por 1970, el caos en Ámsterdam es recordado hasta la fecha por la banda y los fans, por ser una noche particularmente inquieta e inolvidable, y los eventos que la desencadenaron por supuesto implican drogas y rock n roll. La historia es algo así: al parecer, The Doors habían pasado un tiempo de gira con los también increíbles Canned Heat. Durante la gira, el fabuloso cantante de los Canned Heat, Bob “The Bear” Hite, le regaló un pedazo de hachís a Jim Morrison, que por supuesto esperaba el mejor momento para consumirlo y lo conservaba en el bolsillo. Cuando The Doors estaban a punto de llegar a Holanda, su manager le comentó que lo mejor sería que se deshicieran de todas las drogas que llevaban consigo. Morrison, frente a esta situación, no se lo ocurrió otra cosa más que tragarse el pedazo de hachís que le había regalado “The Bear”, frente a la mirada llena de asombro del resto de integrantes de la banda.
Durante esa tarde, y antes de salir al escenario con The Doors, Jim siguió bebiendo bastante alcohol, sobre todo whisky. Mientras la hora de subir al escenario se iba acercando, Jim estaba cada vez más perdido en el espacio y durante la actuación de Jefferson Airplane, quienes abrían el concierto para The Doors, Morrison salió al escenario a bailar y cantar con ellos. Se acerco a Grace Slick e intento besarla mientras cantaba, y luego así como entró bailando, salió bailando para caer desmayado en el camerino. Como se esperaba, el efecto del alcohol y el alto nivel de hachís en el cuerpo de Morrison, además de otras drogas que seguro llevaba encima, lo dejaron exhausto. Morrison tuvo que ser llevado en una ambulancia a la sala de emergencias del hospital más cercano. Aquella noche, The Doors tocarían una parte considerable de sus éxitos sin la presencia de su frontman. Ray Manzarek cantaría las letras en un tono muy grave y de blues de éxitos como “Break on Through”, “Soul Kitchen” y “Back Door Man”.
Por supuesto, cosas como esta solo pasaban en los sesentas. Y a pesar de que Paul Simon pertenece a esta furiosa y rebelde generación, de él no escucharás mucho ruido salvaje sino por el contrario, muchas melodías y poesía. Su álbum “Graceland” ha cumplido 25 años, y Paul vuelve a las carreteras para demostrar que todavía tiene dinero por cobrar. Para más información de su concierto en Ámsterdam este 18 de julio, haz click aquí: http://www.paulsimon.com/
