Hay miles de excusas para planear un viaje, unas más legítimas que otras, pero no cabe duda de que un viaje solidario está en el Top1 de cómo hacer que tu viaje valga la pena.
Hoy os proponemos tres destinos para realizar un viaje de voluntariado, una aventura que quedará guardada bajo llave en vuestros corazones para siempre. La mejor manera de ayudar al prójimo, entrar en contacto con una realidad diferente, adentraros en otras culturas y conocer a personas de todo el mundo.
1.India
La India es el séptimo país más grande del mundo pero el segundo con mayor población. Hacer un voluntariado en la India os dará la oportunidad de sumergiros en una tierra de belleza, espiritualidad, contrastes y aventura. Dicen que te enamoras de este país una vez vuelves a casa, ya que posiblemente la India lleva un antifaz que solo deja ver pobreza e incluso egoísmo. Sabemos que bajo esa máscara se oculta un destino muy alejado de esos rasgos y estamos seguros de que es un viaje que no os dejará indiferentes.
Gran parte de la población depende de los programas de voluntariado, por eso hay muchas ONGs con las cuales se pueden realizar todo tipo de voluntariados como trabajar en orfanatos, con personas mayores o discapacitadas, con proyectos para la conservación del medio ambiente, en hospitales, etc. El invierno es un buen momento para experimentar la cultura india, con las celebraciones de Navidad y Año Nuevo en todo el país, así como el hecho de que es la temporada alta de las bodas, todo un espectáculo que merece la pena presenciar.
Os proponemos la ciudad de Calcuta para realizar un voluntariado en este destino, concretamente con las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta. Las Misioneras ayudan a refugiados, niños abandonados, mujeres, ancianos, enfermos en casas de acogida y escuelas atendidas por voluntarios.
2.Tanzania
Uno de los mejores destinos de safari en el mundo donde se encuentran algunas de las maravillas naturales más famosos de África como el Monte Kilimanjaro, la isla tropical de Zanzíbar, el Parque Nacional de Serengueti… Tanzania es un país lleno de diversidad, intensamente colorido y sin duda una gran introducción al continente mismo. Es considerado uno de los lugares más pacíficos y hospitalarios de África.
Aunque Tanzania sigue siendo uno de los países menos desarrollados en el mundo, su economía ha mejorado bastante en los últimos años y está en crecimiento continuo. La gran mayoría de voluntarios suele hospedarse con las familias locales, lo que os permite sumergiros en la autenticidad y realidad del país. Además vivir en una Tanzania llena de energía os dará muchas opciones de entretenimiento para cuando no estéis trabajando.
Colaborar con un proyecto de protección de animales es una de las opciones que ofrece la ONG International Volunteer HQ. Los voluntarios ayudan en examinar y comparar las diferentes condiciones de vida de los animales para poder mejorar estas o cuidar y seguir la pista de especies en peligro, como los leopardos, elefantes y rinocerontes. Una oportunidad perfecta para conocer la vida salvaje del país.
3.Perú
Perú, un país misterioso y a su vez fascinante. Ofrece la posibilidad de experimentar y vivir mucho de lo que Sudamérica tiene para ofrecer en un sólo país. Vida salvaje en la selva amazónica, playas, sitios históricos, las más hermosas montañas en la cordillera de los Andes y sin olvidar una de las 7 maravillas del mundo: el Machu Picchu.
Los salarios bajos de la población significan que muchas familias viven en pobreza, especialmente en las áreas rurales, donde hay una necesidad urgente de voluntarios que apoyen y se preocupen por los niños. Perú cuenta con proyectos de voluntariado en muchos de los pueblos, cuya gente está siempre a la espera de nuevos voluntarios para darles la bienvenida a sus comunidades.
Si buscáis vivir una experiencia auténtica, la Asociación Amantaní puede ser una opción para realizar vuestro viaje solidario. Ubicada en la ciudad de Cusco, esta asociación acoge a niños en situación de desprotección familiar o riesgo social y atienden sus necesidades en un ambiente lo más familiar posible.
Después de haber repasado estos tres posibles destinos para un viaje de voluntariado, ahora más que nunca no nos cabe ni la menor duda que “un viaje es la única cosa que compras que te hace más rico”.