La gran ciudad de Tokio tiene, como casi todas las ciudades del mundo, fechas señaladas para convertirse en algo más y hacer que sus habitantes disfruten de un día normal como si fuera especial. Días como el 14 de febrero, San Valentín, una fecha en la que los enamorados de medio mundo celebran el haberse encontrado.
Miles de regalos se comparten en esa fecha tan señalada, y sellan los momentos de amor que se profesan las parejas. En la capital de Japón, no es distinto. Bueno, al menos no en el fondo, aunque sí en la forma. Los regalos son obligados igual que en cualquier otro lugar del mundo, pero con una particularidad.
Durante el día de San Valentín, las chicas regalan a los chicos un chocolate. Sí, solo las chicas realizan el regalo, y no solo a sus parejas, sino también a todos los chicos con quien trabajan, sean compañeros o el propio jefe.
Este tipo de regalo recibe el nombre de giri-choko, mientras que si el regalo es para la pareja se llama honmei-choko. Un regalo muy dulce, que como todo, tiene su origen en una empresa interesada en vender sus productos.
Esta fiesta se celebra de esta manera desde hace unos 55 años, y las tiendas de la ciudad visten sus estanterías con delicias de chocolate negro, para que ninguna chica se olvide comprar su obsequio para su amado… y sus compañeros de trabajo.
Desde figuras alegóricas hasta tartas, pasando por todo tipo de productos realizados con este suculento alimento presiden las principales tiendas de Tokio, además de las pastelerías y todos los lugares imaginables.
La demanda es tal que se han comenzando a importar chocolates de otros países, entre ellos España, para conseguir atender a toda la demanda que se produce durante la mitad del mes de enero hasta el 14 de febrero.
Algunas chicas prefieren hacer ellas mismas el obsequio, y pasan horas en la cocina para conseguir realizar los bombones o figuras elegidas. Normalmente, las piezas más económicas y sencillas van destinadas a los compañeros de trabajo, mientras que para la pareja se reservan otras más elaboradas y, si son de compra, más caras.
La manera para demostrar a una persona (en este caso, a un chico) que le aprecias y te gusta, es haciendo un regalo de chocolate cuanto más caro mejor. De esta manera, con la complejidad o con el precio del chocolate se valora en cierta manera el grado de aprecio que existe. Por supuesto, para los compañeros de trabajo, es más una obligación social que un gesto de cariño, y se suelen regalar bombones de compromiso.
Pero la celebración del Día de San Valentín no termina ahí, en la entrega de chocolates a los varones. Termina el mes siguiente, el 15 de marzo. Se llama a ese día el White Day, ya que es el turno de los hombres de regalar a sus parejas un obsequio. Este ha de ser, obligatoriamente, de color blanco. No importa que sea chocolate, ropa, complementos, zapatos… el color blanco ha de ser el protagonista de la jornada.
Y además, la costumbre indica que ha de tener un precio, como mínimo, cinco veces superior al que se ha recibido de la mujer. Así que los compañeros de trabajo que recibieron felices un bombón…
Para descubrir como se celebra el día de San Valentín en Japón, anímate a llevar a tu pareja la capital nipona, y busca apartamentos en Tokio para vivir un día de los enamorados totalmente diferente a los que has vivido hasta el momento.