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Seguramente, después de hacer múltiples viajes con tus amigas te has dado cuenta de que cuando salen de casa, su comportamiento se transforma. Y es que por regla general, podemos dividir las viajeras en 5 tipologías diferentes. ¡Seguro que puedes identificar a tus amigas con alguna de ellas! Y si en alguno no las reconoces, ¡puede que ese grupito sea al que perteneces tú!
La Wikipedia
No se sabe muy bien por qué, pero este tipo de viajera antes de llegar a un destino ya conoce todo sobre él. Entre sus aficiones se encuentra elaborar rutas diarias para asegurarse de que no queda nada por ver, hacer búsquedas exhaustivas de los mejores lugares para comer y, si hace falta, te llama un día antes de coger el avión para asegurarse de que has puesto tu chubasquero en la maleta, “que dice la App del tiempo que va a llover”. Suele ser un híbrido entre audioguía, GPS y Google maps y cuando llegas a cualquier monumento, la escuchas embobada preguntándote de dónde ha sacado el tiempo para sacarse un máster sobre la ciudad. Se dice que en casos extremos llega a aprenderse unas frases en la lengua autóctona, por lo tanto tienes que estar alerta porque este tipo de viajera puede llegar a camuflarse entre los locales.
El alma de la fiesta
Da igual si estás en un apartamento en lo más alto de los Pirineos, en medio del desierto o en una isla perdida sin ningún rastro de vida a kilómetros de distancia, hay un tipo de persona que siempre va a ser capaz de encontrar un plan nocturno. En los casos más extremos, las pertenecientes a este grupo se convierten en viajeras vampiro, ya que sienten cierta repulsión hacia los rayos de sol y suelen salir sólo por la noche. Si tienes una viajera alma de la fiesta como acompañante, ármate de valor por las mañanas porque va a ser muy difícil sacarla de la cama y guárdate energías para cuando caiga el sol porque te va a tocar bailar hasta las tantas, aunque sea a rastras.
La diva
Sin duda, hay ciudades más fotogénicas que otras, como París, con la torre Eiffel; Roma, con el Coliseo; o Pisa, con su torre inclinada. Pero no hay destino que se les resista, a las viajeras divas. Cualquier excusa es buena para sacarse una selfie y esto provoca que la galería de la que tenga el mejor móvil del grupo esté llena de fotos con cualquier cosa. Lo más irritable es sin duda que la viajera diva siente la necesidad de pararse cada dos por tres, lo que implica un retraso considerable en la ruta que había preparado la viajera Wikipedia. Pero tener una compañera de viaje diva también tiene un aspecto positivo: como está constantemente colgando fotografías en las redes sociales, tus padres, a los que siempre te olvidas de llamar, saben que estás bien.
Mary Poppins
Cuesta reconocerlo, pero aunque muchas veces la tomemos por loca, la viajera Mary Poppins nos ha salvado en múltiples ocasiones. Y es que para ella, salir de casa significa llenar la maleta y el bolso de “por si acasos”. Nunca subestima un día largo y por eso si hurgas en su bolsa, encontrarás desde los típicos kleenex hasta un pack de costura portátil. Debes admitir que tener una amiga así va genial, porque seguramente con las prisas de hacer las maletas en el último minuto, tú habías olvidado la mitad de cosas en casa.
La compradora compulsiva
Ya de por sí, una compradora compulsiva se vuelve loca en su propia ciudad, pero este tipo de viajera gana potencial cuando se encuentra en el extranjero. Su atracción por las tiendas nuevas es un problema para el grupo, porque mientras deambulas por las calles de tu desino, cuando menos te lo esperas, te giras para ver dónde está y…. ¡Se ha esfumado! Después de mucho buscar, la ves aparecer a lo lejos con 8 bolsas y un color de pelo distinto y acabas por desesperarte. Pero por muy buena compañera de viaje que sea una compradora compulsiva, su peor obsesión pueden ser los suvenires. Y la verdad es que no entenderás nunca la necesidad de llevarse un delantal hortera para sus primos segundos.
