Las constantes controversias en torno a los usos de métodos anticonceptivos o sobre la legalidad del aborto muchas veces responden a creencias religiosas o políticas. Casi todas las personas tenemos una opinión sobre estos temas pero pocas veces hacemos una reflexión fundamentada en hechos históricos, cosa que puede ampliar nuestras perspectivas y ayudarnos a analizar con claridad el presente.
¿Cómo podemos comprender algo de lo que no conocemos su origen? Con esta pregunta como punto de partida, el ginecólogo y obstetra austriaco Christian Fiala comenzó el Museo de la Anticoncepción y el Aborto en Vienna. En este singular museo podemos conocer la historia de un tema que ha sido tabú por cientos de años, aunque culturas milenarias como la egipcia, griega y romana no lo consideraban un tema prohibido en la antigüedad.
Ya sea que estés en favor o en contra del aborto o de la anticoncepción, recorrer este peculiar pero necesario museo te dará excelentes herramientas para comprender la planificación familiar hoy en día. Toda la documentación es resultado de un enorme interés y esfuerzo del doctor Fiala por concienciar sobre la salud reproductiva, de modo que se valoren los avances médicos y políticos en este campo. Además de su trabajo de investigación en Uganda y Tailandia en torno al VIH, actualmente tiene una clínica en Viena.
Aunque el museo es pequeño, está lleno de información, tanta que las visitas guiadas tienen una duración aproximada de noventa minutos. En la sala de anticoncepción se muestran antiguos condones, las primeras pastillas anticonceptivas e incluso un bidet, un aditamento para el baño cuyo objetivo original era el ineficaz procedimiento de lavar la vagina después del coito para evitar la concepción. Sobre el aborto, la documentación es impresionante, presentando los diferentes procedimientos y objetos utilizados para interrumpir el embarazo en otras épocas o actualmente desde la clandestinidad. El MUVS (por sus siglas en alemán), al divulgar esta parte de la historia humana, nos permite valorar los actuales métodos anticonceptivos y cómo su uso previene la muerte y sufrimiento de millones de personas. Asímismo, contextualiza la despenalización y legalización del aborto, evidenciando cómo el mantener esta práctica oculta ha sido tan dañino para las mujeres.
El costo de entrada al museo es de ocho euros y para las personas menores a veintidós años es de sólo cuatro euros. El MUVS abre sus puertas de miércoles a sábado, de las catorce a las dieciocho horas. Con previo aviso es posible recibir tours grupales, cuya duración es de noventa minutos, y pueden establecerse incluso fuera de los horarios en los que el museo está abierto al público en general.
Una visita al museo de la anticoncepción y el aborto nos invita a mirar con detenimiento la manera en que los seres humanos hemos lidiado con nuestra sexualidad y el control natal a través del tiempo, dándonos herramientas para tomar las mejores decisiones en torno a nuestra propia vida. Así que, en lugar de mirar el televisor en uno de los apartamentos en Viena, bien vale hacer la visita a este interesante museo para recibir de primera mano información sobre estos temas, tantas veces discutidos sin fundamento.