Una Nochevieja alternativa

Pasa la Nochevieja o la “Notte di Capodano” en Roma: Para empezar, pasar el 31 de diciembre y el 1 de enero en Italia es una experiencia única teniendo en cuenta que, en vez de uvas, se comen lentejas. En realidad se toman un plato de lentejas durante la cena y a durante las campanadas, allí igual que en buena parte del mundo, participan en una especie de cuenta atrás. Hablamos de las lentejas de la suerte. Como digo, es una experiencia 10 en la que se mezclan las supersticiones y la fiesta. Hay gente aun que al dar las 12 tira los trastos viejos por la ventana, es una manera de deshacerse de lo que nos sobra en todos los sentidos. Esta práctica se prohibió, como es lógico.

Roma

Es una excelente elección para pasar la Nochevieja porque su actividad es frenética, sus avenidas cambian de color y sus monumentos se tiñen de magia. La Piazza Navona se llena de globos de colores, tiovivos, mercadillos navideños y pequeños puestos de comida donde no faltan las trufas Tre Scalini. ¡Deliciosas!. También hay un mercadillo muy famoso en la Piazza  Ankara, al lado del Stadio Flaminio. Y siendo Italia un país tan religioso, no pueden faltar los belenes. Se puede hacer hasta una ruta empezando por Piazza di Spagna, pasando por Piazza del Popolo y terminando en Via Cavalleggeri construido con piedras de todo el mundo. Si sois viajeros os gustará.

Ahí van otros destinos alternativos:

Berlín

Es uno de esos lugares en los que la última noche del año, el 31 de diciembre, es muy especial. Hay muchos viajeros que buscan las ciudades del norte de Europa nevadas, con sus paisajes idílicos y sus luces. Pues la capital alemana es una de esas ciudades con duende en Navidad. Y como, en Nochevieja y Año Nuevo. No podéis dejar de ir al Mercado Navideño de Alexanderplatz, del 25 de noviembre al 6 de enero. Allí es típico el vino caliente, las salchichas, carnes la brasa y los quesos. Les encanta el queso tipo raclette. Y en la misma plaza encontrareis una pista de patinaje sobre hielo. Desde luego, es un plan perfecto para parejas de enamorados. Muy romántico. Eso sí, abrigaos. Os he avisado.

Lisboa

Hay varios puntos neurálgicos en estas fechas en la capital portuguesa. Uno se ubica en la céntrica Praça do Comerço y el otro al lado del río Tajo, en el Parque de las Naciones. La fiesta está asegura esa larga noche. Es muy habitual encontrar planes en la calle con conciertos gratis y fuegos artificiales. En este caso, en vez de uvas, tomaréis bizcochos. El mismo 31 de diciembre os recomiendo, si queréis cenar fuera esa noche, que lo hagáis en el Barrio Alto, en una de las zonas más bohemias y cuidadas. Lo bordáis si os pedís un buen bacalao. Y ya con la barriga llena, lo ideal es hacer la ruta por el barrio caminando si el tiempo lo permite. No sólo es acogedor, también es divertido, pacífico y muy atractivo.

 

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