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El barrio de Lagoa de Rio de Janeiro esconde una joya preciosa, un lugar encantado donde la belleza y el esplendor de la naturaleza te abrazan y te elevan a un estado de tranquilidad y paz. El Parque de Catacumba no conoce el significado de ruido, ni tampoco el de estrés y polución. Aquí no sólo es posible escaparse del caos urbano para tomarse un trago de aire limpio, sino también un buen trago de aire fresquito que ayuda a despejarse de las altas temperaturas de Rio de Janeiro.
El Parque da Catabumbra se abrió en los ’70 después del desmantelamiento de una favela que se encontraba en esta zona. El parque tiene una parte baja en la que están desperdiciadas muchas esculturas de todo tipo: personas, animales, objetos abstractos y un largo etcétera. Conforme se vayan viendo las esculturas, se estará subiendo por la pequeña montaña que lleva a la cima del parque desde donde es posible apreciar una vista increíble de la ciudad. El recorrido para llegar hasta la punta es de unos 20 minutos, mejor ir bien preparados con unas zapatillas de deporte o algún zapato bien cómodo. No a los tacones porque hay que subir por unas escaleras de madera bastante viejas que están engastadas en el suelo de tierra, por lo que hay que intentar ir cómodos y ser prácticos. Cuando se llega al final, el entero barrio de Lagoa estará a vuestros pies. Desde aquí las vistas te dejan sin aliento: la estatua Cristo Redentor, las montañas de Dois Irmaos y Pedra da Gavea, el lago Rodrigo de Freitas, desde aquí veréis todo esto y mucho más.
Para los deportistas más atrevidos, el Parque da Catacumba ofrece la posibilidad de tirarse con una tirolina, una manera más adrenalínica de vivir el parque y tener unas vistas aún más espectaculares. Si os apetece esta actividad, podéis consultar la página web de Lagoa Aventuras, incluso si tenéis niños a vuestro cargo, tendrá alguna oferta que se adapte a vuestras necesidades. Además, si queréis mejorar la puntería, hay una zona del parque en la que es posible practicar tiro. Eso sí, mejor que no estéis con niños.
El Parque da Catacumba está abierto todos los días, desde las 9:00h hasta las 17:00h, y la entrada es libre. Se le considera un parque tranquilo y sin peligro alguno. Incluso hay vigilantes, por lo que podéis ir tranquilos. Una vez llegados al Lago Rodrigo de Freitas, en el barrio de Lagoa, con el Metrô General Osório, llegar al parque es muy sencillo. Hay que seguir el paseo del lago, pasar por el puente peatonal que cruza la Avenida Epitácio y ahí encontrarás la entrada al parque.
Vuestras vacaciones en Rio de Janeiro merecen una visita a este gran bosque tropical. El Parque da Catacumba será uno de los mejores recuerdos que os llevaréis de esta enorme y fascinante metrópoli.
El Parque da Catacumba esconde un tesoro hecho de naturaleza, tranquilidad y vistas impresionantes de la ciudad. Encuentra un apartamento a buen precio en Rio de Janeiro para descubrir la belleza que se halla en este pulmón verde braliseño.
