El cine se reinventa. Pillow Cinema y Hot Tub Cinema suponen un nuevo concepto de ir al cine. Imaginad una sala enorme llena de cojines y almohadas, o una explanada al aire libre repleta de jacuzzis durante los meses más cálidos. Desde luego, son planes perfectos para realizar en pareja o con amigos, tumbados o en una bañera. Cualquier fórmula es válida para disfrutar del séptimo arte.
Con la crisis todo se reinventa y, por supuesto, las salas también. Era necesario y en Londres han sabido ver a tiempo el tirón del Pillow Cinema y del Hot Tub Cinema. Para conocer estas curiosas salas, damos un salto en el mapa de Only-apartments y viajamos a Londres.
Pillow Cinema
Las almohadas serán vuestro mejor aliado. En este cine londinense no hay butacas ni gafas en 3D, pero sí hay cojines. No se me ocurre manera más acogedora de ver una peli, os sentiréis prácticamente como en casa. Pero además de ver películas, el concepto de Pillow Cinema va mucho más allá. Mientras estáis atentos a la pantalla, dispondréis de un equipo de camareros que harán que vuestros deseos sean órdenes. Y aviso: a veces la fiesta del cine acaba con una impresionante guerra de almohadas o con otro tipo de actividades como danza o karaoke. Lo que os aseguro es que no os vais a aburrir. Lo encontraréis en la antigua estación de Metro de Shoreditch y su lema es algo así como “sin almohada, no hay entrada”. Y es que las entradas se pagan en función de los cojines que llevéis, no por persona. Las entradas cuestan 15 libras, si las adquirís de manera anticipada y 20 si las compráis allí, en el Pillow Cinema del número 7 de Code Street.
Hot Tub Cinema
No hay nada como ver una película con tu gente y a remojo. Es realmente una experiencia diferente. ¿Os imagináis ver una peli en buena compañía mientras os dais un baño de agua caliente con masaje? La verdad es que si no fuera por esta sala de cine, hasta ahora era algo que sólo podíamos hacer en casa. Es pura magia. Para que os hagáis una idea de la distribución del espacio, hay unas 30 bañeras y en cada una caben 6 personas como máximo. Por supuesto, también se puede reservar una sólo para dos, en plan romántico. Es un buen regalo si viajáis a Londres. Allí os aseguro que os van a tratar como reyes. Si necesitáis algo durante la emisión de la película, no tenéis más que decirlo porque tendréis a vuestra disposición a un montón de camareros. Como reflexión, es curioso ver en qué ha derivado esta iniciativa sabiendo que la idea de crear Hot Tub Cinema surgió a raíz de una fiesta privada en un jacuzzi, concretamente de una charla trasnochada entre amigos.
Este tipo de salas, que han sabido transformarse y modernizar el concepto cinéfilo, están proliferando en Londres. Han sabido reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos. No se me ocurre mejor manera de acabar la semana que viendo una buena película en un jacuzzi.
Twitter: @DianaRPretel