Tallin es una ciudad de una belleza histórica realmente impresionante y su centro medieval parece sacado de uno de esos cuentos populares antiguos, con calles pequeñas, estrechas y adoquinadas y edificios bajos y de diferentes colores a ambos lados de la calzada. Una de las calles más importantes de este lugar es la Calle Pikk, Pikk tänav en estonio, una calle de 1,1km de longitud que recorre el casco antiguo de Tallin de arriba a abajo. Solo por su estética ya valdría la pena visitar este lugar pero si además le añadimos todos los lugares de interés que hay a lo largo de ella además de bares y restaurantes típicos para descansar y tomar algo, una ruta por esta calle se vuelve imperativa.
Empezamos la ruta por la parte norte de la calle, donde confluyen las calles Rannamäe tee y Suur Rannavärav. Directamente vemos como si fuera un antiguo puesto de vigilancia, que de hecho es conocido como la Torre gorda de Margarita. Esta torre fue construida en el siglo XVI y recibe su nombre debido que era la parte más grande de la fortificación de la ciudad y servía para defender el puerto de Tallin, ya que el mar entraba mucho más a tierra de lo que lo hace hoy en día. Más tarde se convirtió en un almacén de armas y pólvora y luego en una prisión. Hoy en día sirve como parte del Museo Marítimo de Estonia, un museo que repasa la historia de los barcos y de la navegación de este país, altamente recomendable.
Seguimos por la adoquinada calle y nos encontramos con la iglesia de San Olav, una iglesia del s.XII aunque no se completó hasta el XVI, de cuando los escandinavos controlaban la ciudad (de aquí el nombre Olav, un rei noruego). La iglesia tiene una torre de 123 metros de altura (llegó hasta 159 antes de las reconstrucciones), por lo que es propensa a ser objetivo de los rayos, algo que ha causado muchos incendios. Hoy en día se puede subir hasta arriba de todo para tener una vista espectacular de la ciudad. Durante la Guerra Fría, el KGB usaba esta torre para detener las señales de satélite provenientes de Finlandia, teniendo su cuartel general en el número 61.
Es posible que después de subir tantas escaleras y visitar museos nos entre el hambre. En el número 39 de Pikk se encuentra Hell Hunt, que nada tiene que ver con el inglés. En estonio significa ´el lobo cariñoso´ y es un pub-restaurante muy acogedor donde podrás probar multitud de cervezas, incluyendo sus dos propias, y comida abundante a buen precio, pero te recomendamos las costillas.
En el número 36 hay una galería de arte llamada Navitrolla Gallerii, donde podrás comprar arte local a buen precio. Diez números más abajo hay la Sociedad Filarmónica de Tallin, donde regularmente se celebran conciertos de música clásica y en el número 16 encontramos el Museo de Historia de Estonia, situado en la Casa del Gran Gremio. Esta casa fue el lugar de encuentro de todos aquellos que eran alguien en Tallinn en los siglos pasados, y se puede notar debido a su majestuosidad. Justo delante está la famosa cafetería Maiasmokk, donde podrás tomar un café y una pasta para matar el hambre y ver pasar a la gente.
A partir de aquí solo queda caminar por esta preciosa calle y disfrutar de sus edificios de estilo art nouveau, hasta que llega a un punto donde se estrecha aún más, pasando por debajo de un arco de piedra y va alrededor de la antigua muralla de la ciudad, un paseo tranquilo y silencioso con cuestas donde se puede disfrutar de la esencia de esta ciudad. Al final de Pikk jalg (el nombre de la calle después de pasar por el arco) llegamos a la Catedral de Alejandro Nevski, una catedral ortodoxa estonia construida a finales de s.XIX y que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. Es un edificio realmente espectacular desde fuera, muy de estilo soviético que muchos consideran como símbolo del dominio ruso de la ciudad.
Para más información: http://www.tourism.tallinn.ee/eng
El centro medieval de Tallin es realmente precioso, y la Calle Pikk es su arteria principal. Si consigues alquilar un apartamento en Tallin en esta calle, sin duda estarás en uno de los lugares más bonitos no solo de Tallin pero de toda Europa.