Si muchos de los detectives turísticos de Barcelona se superan con sacar pruebas de que sus pies pisaron la Sagrada Familia, que sus manos tocaron el dragón de Antoni Gaudí o que sus paladares probaron la absenta del bar Marsella del Raval recordando a Hemingway, otros juegan a ser detectives literarios. Su misión consiste en buscar los escenarios que inspiraron a escritores como Manuel Vázquez Montalbán, Ildefonso Falcones o Carlos Ruiz Zafón. Las rutas literarias de Barcelona invitan a los bulímicos de lo desapercibido a explorar la ciudad en tiempos de ficción.
Algunos viajan en los años 70 para meterse en la piel del detective Pepe Carvahlo, el héroe de las novelas de Manuel Vázquez Montalbán. Gallego de origen, su personaje es conocido por saborear tanto al pa amb tomàquet como a las chicas que ofrecen sexo en las calles del Barrio Chino, antiguo nombre del Raval. Los más aficionados a la novela negra saben que la coctelería Boadas fue un escenario de sus historias y no dudarán en pedir el menú mediterráneo Pepe Carvhalo del restaurante Casa Leopoldo. Otros reservarán una habitación al Hotel Barceló Raval, una torre de hierro con terraza en el techo y luces rosas de noche, cuya estructura pisa una plaza bautizada Manuel Vázquez Montalbán. Desde que salió “Sabotaje Olímpico”, novela que relata la transformación de Barcelona antes de los Juegos Olímpicos de 1992, el paisaje urbano del cual se enamoró el detective Carvhalo se ha metamorfoseado.
Reservar un ticket para una ruta literaria es pasear por la Barcelona actual con los ojos de otra persona o mejor dicho, de un personaje, y en otra época. Patear las calles del Born imaginando al joven Arnau Estanyol crecer entre los pescadores de la Ribera en plena época feudal o revelar ánecdotas de la construcción de la iglesia Santa María del Mar es el propósito de la ruta literaria “La Catedral del Mar”. Con la ayuda de una guía apasionada y de un megáfono en tres idiomas, uno sigue las huellas del protagonista de la novela de Ildefonso Falcones.
La ficción se apodera también de la Barcelona modernista y de la posguerra con la saga de Carlos Ruiz Zafón “La sombra del viento” y “El juego del ángel”. Daniel Sempere, Julian Carax, Fermín Romero de Torres, personajes de la intriga, toman otra dimension con un walking tour en escenarios míticos como la calle Santa Ana, el Arco del Teatro, la Plaza Real, Las Ramblas, La Plaza Sant Felip Neri o la calle Montcada dónde está el Museo Picasso. El barrio gótico es el decorado ideal para una historia de suspence, amor y literatura.
Los relatos, mágico o sombríos, cuya tela de fondo es Barcelona, son homenajes a la ciudad. Para Jorge Luís Borges (1899-1986), es “horrible, vulgar y estridente”. Tampoco la disfruta A., personaje del escritor catalán Quim Monzó. Ese adolescente se aburre tanto en la Barcelona nocturna que prefiere las endorfinas generadas por manejar en sentido contrario a una noche de discotecas. Cuanto a los 12 ensayos de “Odio Barcelona” (2008), son voces que gritan la metamorfosis de la ciudad: parque turístico, meca de hoteles y chanclas con barrios reformados y poblados de nostalgícos. Uno llega a pensar que la ciudad tenía más encanto durante la época de los siervos. Tal y cómo lo dice Woody Allen en su pelicula “Medianoche en París”, uno piensa siempre que la vida hubiera sido mejor en otros tiempos.
Apostar por una ruta literaria es sumergirse un par de horas en la Barcelona del pasado, retratada más allá de las columnas de la Sagrada Familia, olvidar su bullicio actual para viajar en la ficción. Tanto si has leído las novelas que inspiran a esas caminatas como no, tanto si eres de Barcelona como no, lo disfrutarás. Alquila apartamentos en Barcelona y descubre otra cara de sus barrios céntricos.