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San Valentín en Florencia

Las viejas historias de amor ya no existen. Si te sorprende que la gente se divorcie con tanta frecuencia por todas partes, que las parejas ya no se mantengan juntas por mucho tiempo, quizás sea que todavía crees en el amor, y posiblemente seas romántico. Tantas historias desde el inicio de la humanidad, viven tan entramadas alrededor de la palabra amor, sus implicaciones y consecuencias, que es difícil saber con certeza si el amor no es más que otro gran invento de la cultura para “oficializar” el acto sexual como un evento trascendente y que, en el fondo, no es más que un función inherente al cuerpo y que tiene como único propósito, perpetuar la especie humana.

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El amor como barrera, como salto, como esperanza, como Dios, como enemigo, como tragedia, como guerra, de tantas maneras es visto y escrito, que faltarían páginas para hacer una presentación elaborada de todas las formas que el amor suele tener en nuestra cultura. Lo cierto es que cada 14 de febrero, en varias partes del mundo occidental, se celebra ese día del amor, de la pareja, en que se regalan rosas y chocolates, en que se recuerda la unión de dos individuos y demás. Con todo, el Día de San Valentín, no deja de ser otro recurso para vaciar nuestros bolsillos, comprando flores, regalos, chocolates, globos, fetiches todos de un momento bastante ridículo del año. Si con Navidad no tuviste suficiente, el Día de San Valentín viene a buscarte, así que prepárate a gastar. El Día de San Valentín, no deja de ser otra muestra de la superficialidad sobre la que algunas emociones son vendidas al mundo en paquetes de mercado elaborados.

Desafortunadamente, la idea del amor como cualquier producto de la sociedad ha caído en el inabarcable mercadeo comercial. ¿Hay gente que todavía creen en el romance y el amor a primera vista? Si vas a Florencia y crees todavía en el amor, quizás puedas volver a encender la flama de la pasión junto a tu pareja caminando las hermosas calles de esta antigua ciudad, llenas de historia, vida cultural y nocturna. Un viaje a Florencia podría salvar tu matrimonio así como destruirlo, y es que los viajes en pareja también son peligrosos, a veces es mejor seguir viajando solo.

Si crees todavía en el amor, quizás seas uno de esos raros que cree que la felicidad es posible junto a otra persona, y que más vale la pena envejecer con alguien, tener hijos, hacer una familia. De todos los males de la cultura, la fantasía del amor y el Día de San Valentín sigue atrapando victimas, ten cuidado de no ser la próxima. Como dijo alguna vez Arthur Rimbaud, habría que “reinventar el amor”, y ver qué sucede luego. Lo cierto es que el amor no nos salvará de la crisis, desafortunadamente.