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El Heavy Metal, visto y escuchado muy de cerca, está plagado de tantos excesos como disfuerzos, apuestas hacia lo más alto de la parafernalia salvaje, como glam, como satánica, como guerrera. Hacer una lista de cómo empezó el camino del Metal como una de las fuentes de más controversia en relación a cuestiones relacionadas al diablo, el satanismo y los sacrificios humanos, quizás podría empezar en el “Sympathy for the Devil” de los Rolling Stones, a pesar de no ser éste un tema de Heavy Metal propiamente dicho. Y claro, mejor no empezar la larga lista de canciones blues en que las alusiones al diablo, la religión, y la lucha por la sobrevivencia del alma están presentes.
Black Sabbath empezaría con la parafernalia de lo oculto a mayor escala, y a nivel pesado claro. Los alemanas de la banda Necronomicon también, influenciados por Lovecraft. Así, poco a poco el Metal se volvió un estilo donde las narraciones de viajes épicos hacia la oscuridad, guerras con criaturas celestiales o infernales, conquistas inexploradas, viajes cósmicos y otros mundos serían representados. Iron Maiden y Judas Priest usarían así estas parafernalias narrativas. Más adelante, serían los neoyorquinos de Manowar que llevarían los riffs pesados hacia los puntos más altos del Valhala. Serían las bandas de Metal progresivo las que explorarían aún más en estas vertientes o posibilidades líricas. En el caso del Black Metal noruego, los mitos nórdicos se mezclaron con el rock en un espíritu de regresar a las antiguas tradiciones paganas de este pueblo y rechazar el orden cristiano.
Tierra Santa, oriundos de La Rioja, iniciaron su ruta por el Metal allá por los 90’s. Han vuelto a la carga desde el 2010, y traen con ellos todo lo antes mencionado a nivel épico, legendario, mítico, llámalo como quieras. Si eres fan del Heavy Metal clásico, quizás Tierra Santa sea una buena excusa para rockear un poco la noche del 10 de marzo en el Razzmatazz. No hay palabras exactas para describir el sonido de Tierra Santa. En el caso de esta banda, cualquier adjetivo podría ser un insulto oportuno, para un sonido hecho con tan mal gusto, y menoscabado por la falta de talento de sus intérpretes.
Es triste saber que en una época como ésta, en el año 2012, se sigan manteniendo formas tan anticuadas de hacer Heavy Metal, cuando las fronteras del Metal han superado a la vanguardia y el ruidismo, y si bien las narraciones míticas, antiguas, visiones legendarias, Satán, Dios, y toda la indumentaria del Metal más oscuro se siguen contando, como consejo a estos músicos habría que pensar más en la música de ahora y replantear su Metal. El error no está en la historia, sino en el empaque, en la manera que se vende un libro y se hace atractivo. Para más información de Tierra Santa, visita su página web oficial: http://www.tierra-santa.es/
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