Situado en un admirable edificio neoclásico del siglo XVIII, entre los suntuosos hoteles Ritz y Palace, justo en la confluencia de la Carrera de San Jerónimo y el Paseo del Prado, en el elegante palacio de Villahermosa (en uno de cuyos salones se cuenta que Franz Liszt dio uno de sus más memorables y enajenados conciertos), el Museo Thyssen-Bornemisza http://www.museothyssen.org/thyssen/home no sólo constituye una de las pinacotecas más importantes de España, sino probablemente de todo el continente Europeo. Junto al prestigioso Museo del Prado y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía constituye uno de los vértices de la llamada Milla de Oro del Arte madrileña y recibe cada año cientos de miles de visitantes de todo el mundo.
Así como la colección del Prado—cuyo mayor poder de atracción reside, salvo sobresalientes excepciones como la de Francisco Goya, en los grandes maestros de la pintura Renacentista y Barroca—abarca un periodo que va del medioevo a la pintura historicista española del siglo XIX y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía recoge justo en ese momento el testigo cronológico adentrándonos en un recorrido por el arte del siglo XX que nos lleva hasta el momento presente, el Museo Thyssen-Bornemisza cubre un periodo que va del siglo XIII a la segunda mitad del siglo XX, por medio de una colección extraordinaria en la que podemos ver por ejemplo los únicos Cezzanne y Hopper que se exhiben en Madrid y destacan con luz propia cuadros de maestros como Ghirlandaio, Uccello, Durero, Caravaggio, El Greco, Van Gogh, Monet, Gauguin, Chagall, Marc, Klee, Giacometti, Lichtenstein o Beckmann, por citar tan sólo unos cuantos nombres.
Al margen de la sobresaliente calidad de las obras que la componen, quizás lo más reseñable de tan excelente colección sea el hecho de que ésta incluye estilos en los que las colecciones estatales españolas muestran considerables carencias, tales como el Impresionismo, el Fauvismo, el Expresionismo alemán y las Vanguardias experimentales de comienzos del siglo XX, así como una importante colección de pintura norteamericana del siglo XIX, que podemos considerar única en el ámbito museístico europeo.
Sin embargo, la futura permanencia en Madrid de 240 cuadros de esta excelente colección podría estar en entredicho. Se trata de las obras correspondientes a la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, especializada—pese a presentar también obras de Friedrich, Corot, Pissarro, Van Gogh, Toulouse-Lautrec, Signac, Cross, Derain, Nolde, Braque, Delaunay y Beckmann, entre otros—en pintura española, singularmente de origen catalán, del siglo XIX y comienzos del XX, y que incluye cuadros de maestros como Lucas Velázquez, Pérez Villaamil, Haes, Mart i Alsina, Fortuny, Rico, Rusiñol, Casas, Sorolla, Beruete, Regoyos, Zuloaga, Iturrino, Mir, Anglada i Camarasa, Sunyer y Solana.
Tras una tensa y reciente reunión entre la ministra de Cultura y presidenta del patronato, Ángeles González-Sinde, y Carmen Thyssen, vicepresidenta y propietaria de los cuadros en cuestión, ésta decidió ceder su colección tan solo un año más, descontenta con la negativa de la ministra a seguir autorizándole el uso de la marca Carmen Thyssen, registrada a nombre de la fundación
Paul Oilzum
En previsión de que estos magníficos lienzos puedan abandonar pronto el museo, no pierda la ocasión de visitarlos cuando alquile alojamiento en Madrid