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Una vez aprobado el fin del roaming por parte del Parlamento Europeo, podemos decir que viajar y navegar con nuestros datos muy pronto será compatible. Pero, ¿qué es el roaming? Para quien no lo sepa, son los costes adicionales que los clientes tenemos que pagar por usar el móvil en un país comunitario. Ahí van algunos consejos prácticos.
A partir del 15 de junio de 2017 llamar, mandar SMS o conectarse a Internet nos va a costar lo mismo que en casa. Es decir, se respetarán las tarifas contratadas en el país de origen y hará que nos ahorremos unos “eurillos”, eso sí, dentro de los países que forman parte de la UE.
Todas operadoras de telefonía móvil (sin excepción) deberán reducir paulatinamente un 75% los recargos a partir de abril de 2016, algo que sin duda notaremos en nuestra factura allá por la Semana Santa del año que viene. Aun así, la entrada en vigor de la norma se ha retrasado dos años después de muchos tira y afloja entre las partes. Vamos a poner un ejemplo. Si una llamada a un móvil en España vale alrededor de 15 céntimos, la misma llamada a Francia y con la misma duración, deberá costar en abril de 2016 unos 20 céntimos. Y en 2015 exactamente igual: 15 céntimos de euro.
Aunque el lema que se ha escogido para la campaña del fin del roaming es “Usar el móvil en la UE será igual que hacerlo en casa”, hay que leer la letra pequeña. Debéis tener en cuenta que, en todo caso, estamos hablando de viajes cortos. Sólo se aplicará en estancias breves, no en viajes prolongados y a partir de los 3 o 4 meses las operadoras podrán cobrar un recargo. El límite de tiempo aún está por fijar, pero es importante que lo tengáis en cuenta si no queréis que os claven un dineral por usar los datos superado ese tiempo. Mi consejo es que, en caso de una estancia prolongada, adquiráis una tarjeta con un número de teléfono local.
Entonces, ¿eso quiere decir que puedes viajar a Londres o Berlín y contratar allí una tarifa muy atractiva para utilizar en España? La respuesta es no. Precisamente para evitar este tipo de picaresca se van a fijar unos límites de tiempo con tasas especiales en caso de un uso prolongado en el extranjero. En este caso, por supuesto, dentro de la UE. Eso que no se os olvide.
Se acabó eso de viajar sin móvil, se acabó eso de buscar cabinas telefónicas por todas partes, se acabó eso de obsesionarse con el wifi, se acabó eso de pagar extras abusivos por navegar y, sobre todo, se acabó eso de gastar por gastar. Llega la era del fin del roaming, la era en las que las fronteras de las telecomunicaciones están a punto de desaparecer. Eso sí, mientras tanto hasta que no entre en vigor la totalidad de la norma en junio de 2017, os recomiendo comprobar vuestra tarifa en el extranjero y confirmar que tenéis el roaming activado.
Twitter: @DianaRPretel
