Normalmente se asocia la palabra “quiosco” con variadas acepciones. Una de las más comunes se refiere a los lugares donde se concentra la venta de periódicos, revistas y hasta libros. En algunos hasta podemos encontrar caramelos, galletas y golosinas.
Pero en Lisboa, en pleno centro y otras zonas de esta hermosa ciudad, los quioscos han sido recuperados para refrescar a los transeúntes con una maravillosa variedad de exquisitos refrescos, cócteles y algunas otras delicias para todo tipo de paladar.
Situados en plazas y miradores, se calcula que al menos son unos 40 los que han sido retomados guardando cuidadosamente su estilo. Estos quioscos fueron traídos desde Francia a comienzos del siglo XX. Tiene una forma circular totalmente hechos en hierro, y hoy funcionan perfectamente como café o bar.
Esta recuperación, que en principio fue promovido por el ayuntamiento de Lisboa, ha tomado tal fuerza que se han convertido rápidamente en lugar de encuentro y visita para los amantes del aire libre y del buen vivir.
En ellos se puede disfrutar desde un delicioso zumo natural, limonadas, hasta una cerveza o comer desde un simple bocadillo para pasar el rato, hasta productos típico del país. Además siguen siendo, a pesar de su popularidad, una alternativa cómoda en cuanto a precios y pueden encontrar varios de ellos en zonas estratégicas, como las plazas de Príncipe Real, la Praça Luiz de Camões y la de las Flores.
Algunos de estos bellos y agradables lugares han buscado recobrar algunas bebidas del pasado, como Mazagran, el Capilé que es una bebida bastante dulce hecha de culantrillo, la Leite perfumado con canela y limón y el Vinho Quente mezclado con especies. Por otro lado, cinco de estos quioscos que están muy bien ubicados en Avenida Liberdade y los de la Estrella Garden han decidido adoptar un aire un poco más contemporáneo y de moda, dando vida a actuaciones en directo, conciertos de música y hasta eventos literarios junto a la variedad de comida y aperitivos para todos los gustos.
En Plaza Príncipe Real, en el muy conocido Barrio Alto, se ubica uno de estos curiosos y hoy concurridos quioscos. Pintando de rojo y negro, se pueden ver también una farolas redondas de vidrio opaco entre medio del verde paisaje de la plaza.
Otro de los recuperados está en el Chiado. Se trata de una reliquia muy bien conservada, que incluso, tiene en uno de sus frentes imágenes de otras épocas y donde puede disfrutar de una apetecible bebida fresca en los días de calor o un café de buen aroma. Está también el de la Praça das Flores, completamente pintado de blanco y el de Praça Luiz de Camões, uno de los más populares y recomendados por su búsqueda de recuperar los viejos sabores de la tradición lisbones, con innovadores sabores y aromas como el de jazmín, grosella negra y leche perfumada. También puede degustar los deliciosos bocadillos de aceitunas, sardines o bacalao y un dulce pastel de natas.