Se podría decir que el club Roxy es el favorito de los lugareños, de los habitantes de la ciudad de Praga y eso automáticamente lo convierte en un club muy cotizado por los turistas que no solo quieren divertirse y pasarla bien, sino que también quieren conocer gente nueva y personas que vivan en la ciudad que ellos están visitarndo.
De esa forma, y gracias al ambiente relajado y al clima desestructurado que se vive en Roxy, muchas amistades surgen allí y los turistas se vuelven contentos a sus casa porque pudieron aprender un poco el idioma, bailaron y conocieron un poco más la cultura.
Algo que llama la atención de este club es que el interior está un poco descuidado, parece que a propósito quiere dar una imagen desestructurada que nada tenga que ver con lo moderno. Es así como la música que pasan se relaciona a la perfección con el ambiente y los grandes patios que tiene la disco.
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